martes, 30 de octubre de 2012

Villanos invitados - parte I

Una de las series más exitosas de los años 60, fue “Batman” protagonizada por Adam West en el rol principal y por Burt Ward como su sidekick. La serie tenía muchos puntos destacables, pero probablemente uno de los atractivos más importantes residía en los “villanos” invitados. En efecto, una galería de actores excelentes, se encargó de dar vida a los enemigos del encapotado. Vamos a comenzar una serie de artículos en los que rendiremos homenaje a esas apariciones. Es un rumor extendido que muchas estrellas de Hollywood contactaban a los productores porque querían estar presentes en la serie. Otro de los momentos memorables en los que aparecía alguna estrella rutilante se producía cuando Batman y Robin escalaban una pared e invariablemente, capítulo tras capítulo, una ventana se abría y aparecía un personaje famoso que tenía un breve diálogo con los héroes. En un futuro no lejano, nos encargaremos de repasar algunos de esos momentos, pero ahora nos centraremos en los villanos invitados. Algunos de ellos provenían de la historieta y otros fueron creados especialmente para la serie. Comenzaremos por los más conocidos. The Riddler (El acertijo), proveniente de la historieta, fue el primer villano invitado, personificado en esa ocasión por el talentoso Frank Gorshin, quien le daría vida al personaje en cinco episodios y además en la película de los años 60. También aparecería en dos especiales de “Legion of Superheroes”. En una oportunidad, John Astin se calzó el traje de este villano y apareció en un solo capítulo. Es de destacar que, previo a la serie, the Riddler no era un gran personaje y había tenido pocas participaciones en las historietas. El impulso que le dio la TV lo transformó en uno de los rivales más conocidos del hombre murciélago. Gorshin fue nominado al Emmy por su interpretación. The Joker (El Guasón) Encarnado por César Romero, es junto con el Pingüino, probablemente el rostro más recordado entre los malhechores que aparecieron en la serie. Originalmente el papel había sido ofrecido a José Ferrer, quien lo rechazó. Romero, aceptó, pero con la condición de no tener que afeitarse el bigote, por eso su rostro era cubierto con varias capas de maquillaje que intentaban ocultar su característico bigote. El Joker apareció encuatro episodios, un triple, dos simples y en la película. The Penguin (El Pingüino) Fue el segundo de los villanos invitados y estaba encarnado por el reconocido Burgess Meredith. Apareció en 6 episodios, un triple, un simple y la película. Es una curiosidad interesante el hecho de que Meredith en la vida real no fumaba y su personaje estaba todo el tiempo con una boquilla en su boca. Por lo que para disimular la tos que le provocaba el cigarrilo, el actor apeló a los famosos “cuacks” que lanzaba su personaje. Catwoman (Gatúbela) La más famosa de las villanas, tenía una relación ambigua con Batman, ya que si bien combatían en bandos opuestos había un interés romántico entre ambos. Fue encarnada por Julie Newmar en cinco capítulos, Eartha Kitt (la primer Catwoman negra) en tres y Lee Meriwether en la película.

jueves, 25 de octubre de 2012

Spaghetti Western: Los Duelos



Probablemente uno de los tópicos que cambiaron radicalmente gracias al spaghetti western, fue la forma en que comenzaron a filmarse los duelos. Estos films terminaban casi invariablemente con una confrontación entre dos o más cowboys y cada una de ellas traía consigo una nueva visión y una nueva forma de narrarla. Muchos films también comenzaban con un enfrentamiento, Once upon a time in the West, por ejemplo, en donde Charles Bronson baja del tren y es esperado por tres hombres que quieren matarlo.
Sergio Leone, aportó al género momentos memorables en duelos triples, por ejemplo en The Good, The Bad and The Ugly se enfrentan en  un claro en medio de un cementerio, los tres protagonistas de la cinta. La tensión va creciendo a medida que la cámara se va centrando en las miradas y en las manos de los hombres, con planos cada vez más cercanos. Todo resaltado, por la excelente música de Ennio Morricone. Al resultado final del duelo, se suma que el revólver de uno de los protagonistas (Eli Wallach) no tiene balas, algo que el descubre al intentar disparar infructuosamente. Leone también aporta un duelo sensacional entre Gian María Volonté y Lee Van Cleef, en For a Few Dollars More, teniendo ambos a Clint Eastwood como espectador de lujo. Aquí un pequeño reloj de bolsillo dará paso a los disparos cuando la cuerda se acabe. El tema es que cuando ello está por suceder, la música de otro reloj similar comienza, para sorpresa de los protagonistas y del propio espectador, y la tensión que parecía iba a liberarse ante el enfrentamiento, nuevamente vuelve a crecer.
Sergio Corbucci nos deja una pieza maestra del duelo en Il Mercenario, en donde vemos a Tony Musante vestido de payaso, quién está a punto de ser asesinado por Jack Palance y un par de secuaces. De repente, de la nada surgen disparos que matan a los bandidos dejando con vida, sólo a Palance y a Musante. Es Franco Nero, quién  ha intervenido. Ahora Palance y Musante tienen cada uno una bala, Nero da la señal con tres campanadas y los contrincantes disparan. El payaso cae herido en el hombro y Palance permanece de pie, sonriente, luego de unos instantes su expresión cambia y mira un clavel blanco en su pecho. La flor comienza a sangrar y él cae muerto. Nuevamente la música, fundamental para el éxito de la escena, es de Morricone.
Estos dos últimos enfrentamientos nos presentan una de las premisas recurrentes en este tipo de films,el tercero en cuestión  (Eastwood o Nero, en estos casos) no interviene directamente en la confrontación. Simplemente evita el asesinato del “bueno” que se encuentra en inferioridad de condiciones, nivela las oportunidades y deja que el enfrentamiento tenga lugar bajo condiciones justas.
A veces, la particularidad de las situaciones provenía del guión, en otros casos, era la forma de narrarla la que del momento algo especial. Por ejemplo, es muy interesante la participación del fotógrafo en la narración del duelo entre Henry Fonda y Terence Hill en My Name is Nobody.  Otra particularidad de este duelo es que, como luego se revela en la trama,enrealidad es unmontaje organizado por los dos protagonistas. Uno de ellos (Hill) quiere convertirse en el pistolero más rápido y el otro (Fonda) cansado de cargar con esa reputación quiere desaparecer. Para satisfacer las necesidades de ambos montan un duelo arreglado en el que fingirán la muerte de Fonda.
A menudo, los enfrentamientos eran insólitos, ya sea por el marco, por alguna situación en particular o por la resolución del enfrentamiento. Este es el caso en la escena de Vamos a Matar Compañeros en la que Franco Nero y Tomás Milian se enfrentan. Poco antes de disparar, cada uno ve como detrás del otro hay un hombre escondido a punto de atacar a su rival. En el momento de disparar, en vez de dirigir su disparo a su oponente, cada uno decide salvar la vida del otro disparándole a los hombres que están a punto de atacarlos.
Como ejemplo de una contingencia que agrega dramatismo a lo que de otra forma sería un duelo normal, citaremos God Forgives… I Don´t, de Giuseppe Colizzi en donde vemos a Terence Hill y Frank Wolff enfrentarse al tiempo que una mecha que hará explotar cartuchos de dinamita se consume vertiginosamente.

martes, 23 de octubre de 2012

Spaghetti Western: Una introducción



Corrían los años 60 y el western norteamericano  languidecía. Un género que había sido el rey de la pantalla en décadas anteriores parecía condenado a su desaparición. Sin embargo, desde el otro lado del océano Atlántico llegaría una oleada de films que durante varios años revitalizaron el género, dándole un enfoque que, si bien no chocaba con las premisas básicas del mismo, lo proveían de una bocanada de aire fresco. Compañías italianas y españolas rodaron varios centenares de films durante esos años, la mayoría de ellos en Cinecittá o en Almería.
Si bien no todos los spaghetti westerns están cortados por la misma tijera, es bueno señalar algunos puntos recurrentes que encontraremos en ellos. Para comenzar hay una suciedad característica en sus personajes, incluso los “buenos” son seres mal afeitados, mal vestidos, cubiertos de sudor y bien alejados de la imagen del cowboy inmaculado representado tantas veces en las pantallas de Hollywood. En muchos casos, ese descuido exterior está acompañado de rudeza y  falta de moral.
Dentro del este género hay a su vez diversos subgéneros, al spaghetti western con argumentos serios se le suman comedias que toman todos los elementos del género pero con una definida intención humorística. Otros films llevan a extremos inverosímiles los cánones del género.
Son dignas de mencionar también las películas denominadas Zapata westerns, que están enmarcadas dentro de la revolución mexicana.
Entre los films más famosos destacaremos  Per un Pugno di Dollari (Por un puñado de dólares, 1964), “Per qualque dollaro in Più (Por Unos Dólares Más, 1965) y “Il BUono, Il Bruto, Il Cattivo (El Bueno, El Malo Y El Feo, 1966) de Sergio Leone, probablemente el más talentoso de los directores que encararon este género. Leone dirigió a su vez dos “C’era una volta il West (Érase una vez en el oeste, 1968) y Giù la Testa (Los héroes de Mesa Verde / Por un puñado de Dinamita, 1971)
Otro director de éxito fue Sergio Corbucci, a quién se debe “Django” (1966), “¡Vamos a matar, compañeros”, 1970 y “Navajo Joe” (1967) entre otras cintas.
Enzo Castellari haría su aporte al género con “Keoma”.
Entre las comedias mencionaremos los films de Enzo Barboni de la saga de “Trinity y Bambino”.
Muchos personajes se hicieron un nombre asociado a estas películas. Así podemos mencionar a Django, Ringo, Sabata y Sartana. En muchos casos, los films oficiales protagonizados por algunos de los mencionados, se reducían a un par de cintas. Luego, había muchos lanzamientos “no oficiales” en donde se usaban los nombres de los personajes, pero sin que estos films estuviesen asociados a los lanzamientos oficiales. Una característica tanto en films “oficiales” como “no oficiales” fueron los cambios de actores para encarnar a un mismo personaje. También, viendo una veta comercial, muchas películas no relacionadas a éstos personajes, fueron renombradas para su distribución internacional. Así nos podremos topar con films protagonizados por Ringo, en donde no es Giuliano Gemma el actor principal o podremos ver a un Django que no es Franco Nero.
En cuanto a los intérpretes, los spaghetti supieron nutrirse de algunos actores norteamericanos como Charles Bronson, Lee Van Cleef, James Coburn, Telly Savalas, Yul Brynner, Jack Palance, Rod Steiger, Jason Robards, Peter Graves, James Daly  y especialmente Clint Eastwood, quién es probablemente el rostro más asociado a este tipo de películas. También es digno de mención el mexicano Eli Wallach. Otras figuras del género  fueron actores europeos, como Franco Nero, GIan Maria Volonté o el alemán Klaus Kinski. Algunos de estos intérpretes adoptaban nombres anglosajones, así,  Mario Girotti y Carlo Pedersoli fueron Terence Hill y Bud Spencer respectivamente y Giuliano Gemma fue Montgomery Wood.

Finalmente, cabe destacar que, de la mano de Ennio Morricone, muchos spaghetti westerns contaron con una excelente banda sonora, no sólo en calidad musical sino también, en cuanto a que la música no era una mera acompañante de las escenas, sino que contribuía a realzar lo acontecido en las mismas. Ese es, sin dudas, uno de los grandes aportes de este género y próximamente haremos un articulo particular sobre ello. Además del citado Morricone, merece mencionarse el trabajo de Guido y Maurizio De Angelis, Franco Micalizzi  y Riz Ortolani.
Con el paso del tiempo, el género comenzó a agotarse a sí mismo y el  público fue perdiendo interés en ver nuevas cintas, pero es innegable la influencia del género en la forma de narrar, en lo visual, en límites que se cruzaron, en lo musical y en los guiones; dejándonos como herencia una sucesión de varios films clásicos que no pierden vigencia.
El próximo capítulo de esta serie de artículos sobre este género lo dedicaremos a los duelos.


domingo, 21 de octubre de 2012

Bienvenidos a 35mm20inches



Bienvenidos a 35mm20inches. Este nuevo espacio está pensado para que coexistan en él las fuentes de inspiración que nos alimentaron durante nuestra infancia y que, hoy en día, nos siguen sorprendiendo. No será raro ver a Godzilla, a Bruce Lee, los westerns de Sergio Leone, los héroes de Gerry Anderson… Por los pasillos de este blog Raquel Welch se cruzará con Rod Taylor, Jean Paul Belmondo dialogará con Giuliano Gemma y nos encontraremos con el Sr. Spock , con Will Robinson y con John Cannon. Trabajaremos de sol a sol en un rancho de Nevada y vagaremos por el espacio exterior viajando a donde ningún ser humano ha ido antes. Resolveremos crímenes en Hawaii y nos haremos más sabios dentro de un templo Shaolin.
¿Por qué 35mm20inches? 35 milímetros es el ancho de la película cinematográfica y 20 inches (20 pulgadas) era el ancho de pantalla de los televisores más populares hace unas décadas, en los que veíamos gran parte del material sobre el que hablaremos.
SI bien nos centraremos mayormente en películas y series de culto, también habrá espacio para nuestras lecturas, la colección Robin Hood, la biblioteca Billiken, Anteojito… O para los video juegos que nos mantenían en vilo frente a una pantalla (Aztec Challenge, Gyruss, Space Invaders… por mencionar sólo algunos) y recordaremos nuestros juguetes. Alguna chica se emocionará cuando hablemos de la Wanorita y a algún hombre de mediana edad se le escapará una lágrima al recordar  los Duravit. También volveremos a saborear nuestras golosinas, los jack, los milkibar…
Nos encontraremos con biografías de actores, fotos, sinopsis de películas, guías de episodios, comentaremos bandas sonoras, revisaremos escenas memorables…
El objetivo del blog es recordar mucho de lo que consideramos que merece ser recordado,  y también darlo a conocer a los más jóvenes, porque la única forma de ver más lejos que los gigantes es parándose sobre sus hombros.