Corrían los
años 60 y el western norteamericano
languidecía. Un género que había sido el rey de la pantalla en décadas
anteriores parecía condenado a su desaparición. Sin embargo, desde el otro lado
del océano Atlántico llegaría una oleada de films que durante varios años
revitalizaron el género, dándole un enfoque que, si bien no chocaba con las
premisas básicas del mismo, lo proveían de una bocanada de aire fresco.
Compañías italianas y españolas rodaron varios centenares de films durante esos
años, la mayoría de ellos en Cinecittá o en Almería.
Si bien no
todos los spaghetti westerns están cortados por la misma tijera, es bueno
señalar algunos puntos recurrentes que encontraremos en ellos. Para comenzar
hay una suciedad característica en sus personajes, incluso los “buenos” son
seres mal afeitados, mal vestidos, cubiertos de sudor y bien alejados de la
imagen del cowboy inmaculado representado tantas veces en las pantallas de
Hollywood. En muchos casos, ese descuido exterior está acompañado de rudeza y falta de moral.
Dentro del
este género hay a su vez diversos subgéneros, al spaghetti western con
argumentos serios se le suman comedias que toman todos los elementos del género
pero con una definida intención humorística. Otros films llevan a extremos inverosímiles
los cánones del género.
Son dignas
de mencionar también las películas denominadas Zapata westerns, que están
enmarcadas dentro de la revolución mexicana.
Entre los
films más famosos destacaremos “Per un Pugno di Dollari ” (Por un puñado de dólares, 1964), “Per qualque dollaro in Più” (Por Unos
Dólares Más, 1965) y “Il BUono, Il Bruto, Il Cattivo”
(El Bueno, El Malo Y El Feo,
1966) de Sergio Leone, probablemente el más talentoso de los directores que
encararon este género. Leone dirigió a su vez dos “C’era una volta il West
(Érase una vez en el oeste, 1968) y Giù la Testa (Los héroes de Mesa Verde /
Por un puñado de Dinamita, 1971)
Otro director de éxito fue Sergio Corbucci, a quién se debe “Django”
(1966), “¡Vamos a matar, compañeros”, 1970 y “Navajo Joe” (1967) entre otras
cintas.
Enzo Castellari haría su aporte al género con “Keoma”.
Entre las comedias mencionaremos los films de Enzo Barboni de la saga
de “Trinity y Bambino”.
Muchos personajes se hicieron un nombre asociado a estas películas. Así podemos mencionar a Django, Ringo, Sabata y Sartana. En muchos casos, los films oficiales protagonizados
por algunos de los mencionados, se reducían a un par de cintas. Luego, había
muchos lanzamientos “no oficiales” en donde se usaban los nombres de los
personajes, pero sin que estos films estuviesen asociados a los lanzamientos
oficiales. Una característica tanto en films “oficiales” como “no oficiales”
fueron los cambios de actores para encarnar a un mismo personaje. También,
viendo una veta comercial, muchas películas no relacionadas a éstos personajes,
fueron renombradas para su distribución internacional. Así nos podremos topar
con films protagonizados por Ringo, en donde no es Giuliano Gemma el actor
principal o podremos ver a un Django que no es Franco Nero.
En cuanto a los intérpretes, los spaghetti supieron nutrirse de algunos
actores norteamericanos como Charles Bronson, Lee Van Cleef, James Coburn, Telly
Savalas, Yul Brynner, Jack Palance, Rod Steiger, Jason Robards, Peter Graves,
James Daly y especialmente Clint
Eastwood, quién es probablemente el rostro más asociado a este tipo de
películas. También es digno de mención el mexicano Eli Wallach. Otras figuras
del género fueron actores europeos, como
Franco Nero, GIan Maria Volonté o el alemán Klaus Kinski. Algunos de estos intérpretes adoptaban
nombres anglosajones, así, Mario Girotti
y Carlo Pedersoli fueron Terence Hill y Bud Spencer respectivamente y Giuliano
Gemma fue Montgomery Wood.
Finalmente, cabe destacar que, de la mano de Ennio Morricone, muchos spaghetti westerns contaron con una excelente banda sonora, no sólo en calidad musical sino también, en cuanto a que la música no era una mera acompañante de las escenas, sino que contribuía a realzar lo acontecido en las mismas. Ese es, sin dudas, uno de los grandes aportes de este género y próximamente haremos un articulo particular sobre ello. Además del citado Morricone, merece mencionarse el trabajo de Guido y Maurizio De Angelis, Franco Micalizzi y Riz Ortolani.
Con el paso del tiempo, el género comenzó a agotarse a sí mismo y
el público fue perdiendo interés en ver
nuevas cintas, pero es innegable la influencia del género en la forma de
narrar, en lo visual, en límites que se cruzaron, en lo musical y en los
guiones; dejándonos como herencia una sucesión de varios films clásicos que no
pierden vigencia.
El
próximo capítulo de esta serie de artículos sobre este género lo dedicaremos a
los duelos.
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